LOS AMIGOS
Si quisiera reunirlos en una fiesta -pienso
en una despedida, por ejemplo,
antes de un largo viaje-, posiblemente apenas
hablarían entre ellos, o tendrían
muy poco que decirse; y es fácil suponer
que el espacio previsto para el baile
o la conversación acabaría
irremisiblemente separándolos,
algo decepcionados, mientras yo
insisto en presentarlos, cuento anécdotas
que no vienen al caso
y les sirvo otra copa.Pienso en cómo
los conocí, qué parte de mi vida
les pertenece, qué saben de mí
estos buenos amigos que no tienen
casi nada en común y representan,
sin saberlo, las vidas que soñé,
las que quiero olvidar, las que esa música
de fondo que yo solo distingo de las voces
y las risas de la celebración
convoca para mí. Cómo han cambiado.
Cómo he cambiado yo, que no sé qué decirles,
cómo pedir disculpas por haber
mezclado todas las invitaciones,
por citarlos en tiempos, en lugares distintos,
con tipos que ellos creen que soy yo.
El poema es de Malos Pensamientos, Renacimiento (1994), a pesar del paso de los años sigue siendo de mis preferidos.
Las imágenes son de Steve Adams
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me gusta saber que hay vida ahí afuera. No te cortes, anda, cuéntame...