3/4/17

El poema de un solo verso

Uno de los mejores poemas que he leído últimamente tiene un solo verso.
Debo el descubrimiento a Ben Clark quien, no sólo comparte asombro ante el poema, sino que lo explica en un precioso artículo que invita a reflexionar y al que nada puedo añadir.




Imagen: Gabriel Pacheco



“Nada sabe de amor quien vuelve vivo.” 


Antonio Sánchez Zamarreño

4 comentarios:

  1. Nada sabemos.
    Lo malo es que cuando sabemos porque ya hemos muerto, y, ¡Maldita sea! Hemos de volver a levantarnos, resucitarnos, reconstruirnos y olvidar lo que sabemos del amor.
    Quedamos a la espera de poder volver a morir.

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    1. Lo que siento es lo que dices al pricipio, nada sabemos!! Amamos egoistamente o desde el miedo que no tiene nada que ver con el amor verdadero. Nuestra visión es bastante limitada y el Amor es demasiado grande por ejemplo el amor incondicional y puede que esté detrás de cada suceso o Ser y no logremos verlo o entreverlo. Saludos

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  2. Un verso delicioso! y absolutamente real, si se vuelve vivo de este viaje, no era amor

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  3. Sobre el mismo tema, también delicioso este de Amalia Bautista:

    IDA Y VUELTA


    Cuando nos dirigimos al amor
    todos vamos ardiendo.
    Llevamos amapolas en los labios
    y una chispa de fuego en la mirada.
    Sentimos que la sangre
    nos golpea las sienes, las ingles, las muñecas.
    Damos y recibimos rosas rojas
    y rojo es el espejo de la alcoba en penumbra.


    Cuando volvemos del amor, marchitos,
    rechazados, culpables
    o simplemente absurdos,
    regresamos muy pálidos, muy fríos.
    Con los ojos en blanco, más canas y la cifra
    de leucocitos por las nubes,
    somos un esqueleto y su derrota.
    Pero seguimos yendo.

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Me gusta saber que hay vida ahí afuera. No te cortes, anda, cuéntame...

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