20/5/13

mira mi brazo tatuado...



En pocos días se volverá a abrir la temporada de playa: cuerpos al sol, presentación de lo trabajado durante el invierno en los gimnasios (o no), de tabletas de chocolate (o no) de muslos reafirmados por cremas mágicas o de celulitis resistentes a la operación bikini.

Y se abre también la temporada de exposición de tatuajes.



Es digna de apreciar la de las playas urbanas de Barcelona, la Mar Bella, y Ocata. El año pasado, en esta última aluciné especialmente: la mayor parte de cuerpos presentes pertenecían a aborígenes y el 90% estaban tatuados, con prácticamente los mismos motivos y en idénticas zonas. En plan pandemia.

Fíjate tú, que cosas, jamás hubiese imaginado que los habitantes de Ocata tuviesen semejante interés en las culturas célticas y orientales.

Era tan chocante que me dio por pensar que había habido oferta en carrefour o en mercadona: por cada 25€ de compra, tatuaje gratis!!




Si se supone que los tatuajes dicen algo, (o deberían decirlo, contar una historia personal y con sentido, según comprendí después de haber leído "una educación siberiana") si es cierto que hablan acerca de su portador... la mayor parte de gente que veo tatuada tiene muy poco que decir o, básicamente, lo mismo que dicen de viva voz: que guay, tío, chachi, macho, que pasada, mola mazo, joder.



Del mismo modo que está limitado el léxico habitual de buena parte de la población, lo está el surtido iconográfico de sus tatuajes.

El Efrén Rodríguez se tatúa un signo japonés en la nuca que significa "eternidad" (o eso le han dicho, porque no tiene ni idea de japonés y lo mismo lleva el ideograma de "soy un pardillo" o "sopa de miso" y no se ha enterado), Jessy Méndez ha elegido un unicornio en la nalga y su amiga Vane unas decoraciones celtas en la región lumbar...



Como siempre, como en todo, como en una barra de bar o dando una charla, como en las redes sociales, tanto si abres una cuenta en twitter, o empiezas un blog o como haciéndote un tatuaje... que tengas un "nuevo" medio para expresarte... no significa que vayas a tener algo más interesante que decir.



Tatuajes de criminales rusos, una biografía completa sobre la piel. Fuente: VICE




16 comentarios:

  1. Ante aquello que se decía de si "te queda para toda la vida" o si "después te arrepientes qué?" pensé que para qué quería uno tener la piel impoluta si, dado la caducidad de la vida humana, podía utilizarla como un lienzo a lo maorí o a lo yakuza, pero para mí llegó un pelo tarde y la piel me empezó a caducar antes de que pudiera hacerlo junto a sus tatuajes. Otra vez será… :-)

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    1. Anda, anda, no te hagas el viejales, que ya quisieran muchos...

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  2. Mis tatuajes molan mil y no significan nada! Siempre he defendido que no tienen porque significar nada, que simplemente te tienen que gustar: yo llevo un sol y un caballito de mar mutante. Y mi problema no es que duren siempre, sino que se borran, y en 16 años que llevamos juntos ya me los he tenido que retocar.
    =(
    Pero a lo que venía: la última vez que me los retoqué, me los retocó un tatuador con una novia enfermera que staba haciendo un curso de láser para borrarlos. Ya ni intentaba convencer a los críitos que se querían tatuar un tribal de que no lo hicieran, y estaba preparando el terreno para borrarlos.
    No, nada dura siempre. Ni un tatuaje.
    Lo que todavía no sé es si para bien o para mal. Aunque cada vez tengo más claro que para bien...

    Manel, fes-te un tatoo. Jo estic cercant lloc on fer-me una sirena. Ara, alerta: els tatoos enganxen. Són monos, i no passa res quan en duus! =P

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    1. Tona: conste que ni estoy a favor ni especialmente en contra de los tatuajes. Hay para quien tienen sentido, estético o personal, hay a quien le queda bien llevar una exposición encima, y también hay quien se tatúa lo que se lleva en el momento, como quien pasa del pantalón de campana al pitillo.
      Mi observación iba en el sentido de que el tatuaje se esgrime como elemento de diferenciación... y cada vez más los que veo son todos iguales, como hechos de serie y ubicados en los mismos lugares del cuerpo.
      A veces nos convertimos en borregos del individualismo.

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  3. A mí me gustan los tatuajes improvisados y dibujados por uno mismo, además todavía no han inventado un láser capaz de borrarlos. Se van acumulando en el cuerpo a lo largo de toda la vida y aunque estéticamente casi nunca son bellos todos tienen significado y la mayoría incluso sentido.

    Me refiero a las cicatrices que vamos acumulando en todo el cuerpo, tenemos las fortuítas (Improvisación pura) imborrables recuerdos de caídas de bicicleta, crampones, postillas reiteradas ...

    También podemos tener las producidas por otros (estas ya no me gustan tanto), normalmente resultado de operaciones quirúrgicas que en la mayoría de los casos dibujan símbolos standarizados ... que últimamente tienden al minimalismo

    Las cicatrices son tatuajes sutiles y personalizados que nos ayudan a recordarnos a nosotros mismos.

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    1. La vida pasa y deja señal.
      Preciosa aproximación, gracias, Paulino.

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  4. A mi con los tatuajes me pasa como con las casas ajenas, me gustan los estilos, algunas son realmente bellas, pero ... a mi me gusta vivir en una casa medio vacía y nunca me tatuaría nada ...

    Me ha encantado lo que ha puesto Paulino:
    Las cicatrices son tatuajes sutiles y personalizados que nos ayudan a recordarnos a nosotros mismos.

    ¡Feliz semana!

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    1. Será eso, Juana. Mi casa es más bien barroca, pero en lo referente a adorno corporal también tiendo a lo zen ;-)

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  5. Conque la mayoría de los que llevan tatuajes son tío, macho, mola mazo, debuten, etc... Juas! Pues yo tengo dos y no me expreso así.
    No sé, hay muchas cosas en esta vida que no podré hacer pero quiero hacer todas las que pueda. Y no quise desaprovechar la ocasión de modificar, siquiera mínimamente, mi propio cuerpo y tratar de expresar algo, emitir desde mi piel un mensaje personal, visual, estético. Transformarme. El azar y la naturaleza te conforman de una manera determinada, y luego tú contribuyes a moldearte.
    Joé, qué estupendo me he puesto...

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  6. ¡Hombre joselusi, cuanto honor! Aunque hay que ver los de los tatuajes, que piel tan fina lucís... estáis apareciendo en los comentarios dándoos por aludidos.

    Dije "la mayor parte de gente que veo tatuada". Y así es. La mayor parte de tatuajes que veo, en especial en las playas de Bcn mencionadas, son dibujos casi idénticos e indiferenciables, parecen tauajes hechos en serie. Y no deja de sorprenderme la implantación en el cinturón barcelonés de la decoración celta y los ideogramas orientales. El post va en ese sentido.

    Allá cada cual con su piel y su gusto, bien sabes que no es mi estilo meterme en esas cosas.

    (Los tuyos, si mal no recuerdo, son bastante únicos, en lo simbólico-personal y en lo iconográfico)

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  7. Es que a fuer de labrarnos la piel, la tenemos sensible y delicada como el plumón de un ángel.

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    1. Tú siempre has sido muy fino, no disimules ;-)

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  8. Confío a ciegas en mi piel. Reconoce, a veces antes que mi mente o mi corazón, personas, sensaciones, emociones, miedos, ... Tiene un sensor especial al que escucho desde que tengo uso de razón, me guste o no el camino que señala. Y la contemplo y acaricio las marcas, cicatrices, señales, surcos, manchas, ... incluso su ausencia, en algunas zonas, y me veo en ellas. Me recuerda quién he sido y de qué maneras y me acerca a quién soy.
    Estoy, como todos, tatuada por la vida. Algunas personas quisieran que ese tipo de marcas no fueran visibles y, a otras, nos inquietan más las que no están tan a la vista.
    Me apasionan los tatuajes. Y me ha encantado tu post. Me pilla dibujando, con pinceles propios y ajenos, los últimos trazos de aquellos bocetos que comencé, hace ya mucho tiempo.
    Algunas marcas nos recuerdan quién fuimos y algunos queremos expresarnos y recordarnos cuál es nuestra esencia, quiénes somos, quién queremos ser, de qué manera, ... y, en mi caso, la piel me parece el mejor lienzo.
    En fin, tantas razones como seres, supongo. Otros, como los que comentas, quizá quieran, simplemente, sentirse parte de una manada. Al final, una forma más de expresión que, como todas, entiendo libre y personal.

    Un abrazo, de piel a piel.

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  9. Bienvenida Marta, estupendo comentario y muy bien escrito... (¿dónde está tu blog?).

    Como bien dices la vida nos tatúa y señala, tanto si es con cicatrices visibles como con las que no se ven. No se ven pero están. A veces duelen y a veces sólo nos hace sonreír el recuerdo que nos evocan.

    Cada cual tiene sus razones y la sensación de pertenencia es una necesidad básica. Lo entiendo y lo respeto. Pero sigo perpleja por la elección de la línea gráfica. Cada cual con sus manías ;-)

    Me gustará que regreses. Un saludo.

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  10. Hay muchas cosas que nos evocan la sonrisa, por fortuna. Como tu respuesta de acogida. Gracias!

    Mi blog ya es, en realidad. Solo que, ahora, es a trocitos, en lugares como éste. Que me inspiran y sugieren y mueven y agitan y emocionan y fascinan y sorprenden y, sobre todo, invitan.

    Hace tiempo que paseo por este valle salado. En mi vida hay otro y me conecta especialmente, supongo. Está en un pueblo cuyas gentes giran en torno a las eras de sal y yo siento que es por él por lo que sangro salado. La primera vez que vine por aquí y leí tu frase de cabecera no pude evitar la sacudida :) La sal hace unos tatuajes preciosos, verdad?

    He tardado en asomarme. Con ésto me pasa como con lo de tatuar la piel. Me doy mi tiempo hasta que la piel me dice que es el momento. Como dices, manías ;)

    Un beso para tí y una suave caricia a tu dragón.



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  11. Hombre, a mí lo que me gustaría ver es aquello tan cuco de «amor de madre» tatuado en el antebrazo de la infanta Cristina, pero me temo que no va a ser, no...

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Me gusta saber que hay vida ahí afuera. No te cortes, anda, cuéntame...

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