Pétalo a pétalo, memorizó la rosa.
Pensó tanto en la rosa,
la aspiró tantas veces en su ensueño,
que cuando vio una rosa verdadera
le dijo,
desdeñoso,
volviéndole la espalda:
-mentirosa.
Ángel González
Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo con todas tus fuerzas; porque en el sepulcro, adonde tú vas, no hay obra, ni industria, ni ciencia, ni sabiduría. (Eclesiastés, 9: 10)
"No hacer absolutamente nada, es la cosa más difícil del mundo, la más difícil y la más intelectual". (Oscar Wilde)
No fueron pocas las ocasiones en las que el aburrimiento fue el gran motor de la historia. De hecho, los seres humanos han subido montañas, se han embarcado rumbo a lugares remotos, como una posible solución a su aburrimiento. Si las personas no nos aburriéramos no haríamos nunca nada.
Vacaciones en Menorca. Ahora que mis hijos ya son mayores y no se despiertan temprano, ahora que podría dormir hasta las tantas… son los perros de mi amiga los que me despiertan cada día temprano. Son tres, y por la noche los dejamos dentro de casa para que no alboroten al vecindario, pero a la que ya hace un rato que ha amanecido están inquietos y necesitan salir al jardín… Se revuelven y empiezan a gemir, a penas un poco, discretamente, pero lo suficiente para despertarme.
Aprovecho para desayunar sola y disfrutar del frescor de la mañana, del silencio en el que se distingue el romper de las olas, de la transparente luz de esta primera hora.
Todo está en calma y aún adormecido, pero en la casa de al lado ya hay un jardinero haciéndole la manicura a las palmeras, serrándoles todas las hojas muertas. Lo observo encaramado a una palmera muy alta, él es un hombre joven y ha ascendido el primer tramo con una escalera, luego se sostiene con un cinturón, trepa contra ella abrazándola. De oficio: peluquero de palmeras.
Los vecinos tienen un jardín civilizado, con su gravilla, su piscina, su césped y sus palmeras recortadas. El de Mariona es un jardín espontáneo, desde siempre lo han dejado crecer a su aire, intrincado, con sus mimosas retorcidas, su buganvilla, el pino y su única palmera salvaje, al natural. Un descanso de sombra y frescor en las horas inclementes del mediodía.
Hace un par de días hizo mucho viento, y nuestra palmera fue una sinfonía.
¿Os habéis fijado alguna vez en que cada árbol tiene su música? Son como arpas al viento. Hay árboles silenciosos y árboles cantarines, árboles charlatanes y otros de pocas pero contundentes palabras. Me gusta escucharlos.
Entre los más rumorosos al menor soplo están mis preferidos, los chopos, que emiten un sonido ligero y algo ácido. También son muy musicales los sauces llorones que con el viento susurran y encadenan largas frases fricativas y armoniosas, envolventes. Y los álamos.
Las palmeras necesitan un viento un poco fuerte, pero entonces rumorean a gusto, aunque su canto es un poco inquietante, porque es crujiente y tiene algo de amenazador…
La vida urbana está continuamente expuesta a tanto ruido que, por pura necesidad, nos abstraemos y acostumbramos, nos volvemos sordos al rumor de fondo. Si estáis de vacaciones, aprovechad para sentaros debajo de un árbol, abrir de nuevo los oídos y escuchar su canto. Es gratis y es hermoso. Curativo.
"una persona que escuha a la red y que pone a personas, ideas y proyectos en relación, mediante el procedimiento de tender enlaces y reenviar la información recibida"
"soy un terrible enfant sismógrafo liante maestro prescriptor de la moraleja hibridante"y le rebotaba la carambola a Lletra de Pal. Anna nos daba una lección de física mientras concluía que aún no sabe muy bien qué espera de la red ni qué quiere ser de mayor. Y ahí me lo pasó.