Con el tiempo pasamos a una y, luego ya, hasta que tuvimos que dejarlo, fue una vez cada quince días.
Pero tuve que ponerme en modo ahorro total y llevo meses haciéndolo yo sola.
Me esfuerzo en mantener el orden a diario y dedico el fin de semana a la limpieza general, pero hay cosas que detesto hacer, como por ejemplo los cristales: creo que estaban sin limpiar desde el verano pasado.
Me gustan los entornos limpios pero, la verdad, sería un alivio no tener que dedicar tanto tiempo a ese tipo de tareas. Prefiero dedicarme a leer en la bañera, por ejemplo.
Imagen de Vojtech V. Sláma |
Sin embargo ayer, como cosa rara y excepcional, Ana vino a limpiar a casa. Albricias.
Fue magnífico. ¡Cuánto la he echado de menos!
Me quedé disfrutando de mis posesiones recién fregadas y puestas a cero como alma culpable y católica tras una confesión, delicioso.
Imagen via Fostercare.tumblr |
Y es que Ana, con su trabajo, sigue teniendo esa capacidad de hacerme realmente feliz.
Tenía que decirlo.
Fantástica sensación y muy, pero que muy buena entrada Judith!
ResponderEliminar(Entre tu y yo me he acordado de aquellos cuentos infantiles en los que a un zapatero l@s duendes le hacian el trabajo mientras dormía y aquel magnífico despertar...jo!)
Cuando alguien hace por tí algo pesado... ¡es estupendo! :-) Hay trabajos que se delegarían con mucho gusto a los duendes o als manairons, que en el Pallars tienen nombre propio y leyendas asociadas.
ResponderEliminarMagnífica leyenda, no la conocía! Se me ocurren posibles aplicaciones al liderazgo ;) o ideas como enviar una pequeña delegación de estos seres [minairons] al ministro de trabajo...¿te imaginas? què farem? què direm?
ResponderEliminarY lo curioso es que cada uno detestamos un tipo de trabajo, afortunadamente todo sea dicho .... no me gusta nada planchar, me cansa, y últimamente cocino de manera "expres", prefiero que me hagan la comida .... pero me encanta ordenar y colocar las cosas ....
ResponderEliminarTengo 4 días de vacaciones ¡me encanta dormir sin hora de levantarme! .... me gustan los sueños que puedo recrear cuando estoy descansada ....
¡Feliz semana!
Ana y sus colegas, tan humildes pero tan imprescindibles... ¡y tan peligrosas para los ordenadores y demás instalaciones digitales!
ResponderEliminarToda afanosa labor conlleva su pequeña dosis de desastres. En mi caso Ana tiende más a las lámparas, cada cual con sus tendencias y aficiones, son esos misterios que constituyen la pimienta de la vida.
Eliminar;-)
Esa sensación la experimenté yo también; qué bien lo cuentas. Y esas dos ilustraciones son la monda, me encantan. Visitaré este sitio tan limpio y prometedor.
ResponderEliminarjajaja, Elvira, me encantará recibirte siempre que quieras, aquí en este blog que es como mi casa, pero que se mantiene más ordenado y con menos polvo...
EliminarJo, els vidres, crec que els faig un cop a l'any... No tinc una Anna que em vingui a posar la casa lluent. Però aconsegueixo mantenir-la amb uns mínims acceptables de netedat.
ResponderEliminarpetó
Ai, Miquel, si et dic que hi havia vidres de la casa que portaven més d'un any esperant que tornés l'Ana a netejar-los! És una de les coses que més mandra em fa: buf i re-buf.
EliminarAbraçada