Al leer alguna de las poesías que tienes por aquí, me he acordado de un amigo poeta, Raúl Vacas, que tiene un don especial para conectar las palabras. No sé si lo conoces.
Hola David, gracias por la pista, no conocía a Raúl Vacas pero el sr google sí. Tengo algunos amigos profes de plástica a los que pasaré tu dirección, seguro que encuentran buenas ideas.
Membris: Gracias también por la visita. Curioso y hetereogéneo tu blog: fotografia, bicicletas, software libre y algo de opinión. (Por cierto, lo que has fotografiado bajo el asfalto NO son dientes de león, ahora no recuerdo el nombre y puede que sea de la familia, pero te aseguro que no es taraxacum officinale ;-)
CumClavis: las grietas, grietas son y siempre escuecen, se cuela el aire...
JLP: por pedir que no quede, dicen.
Membris: Tanto como aficionada a la botánica no, de pueblo más bien. El diente de león que justo ahora empieza a brotar entre la tierra arada en invierno se come en ensalada, algo exquisito con cierto parecido a la rúcula. En el Pallars (google sabe donde está) lo llaman xicoies, y además de sabroso tiene un montón de hierro. Dentro de nada pintará los prados de montaña con sus flores amarillas y poco después ya se podrán soplar sus esféricos y feéricos esparcidores de semillas mientras pides un deseo. Lo dicho, una infancia de pueblo.
...
Hay que ver, un post tan cortito y que juego ha dado
Sí, esas cosas pasan...
ResponderEliminarCada uno tiene el alma donde puede...
ResponderEliminarJosé Manuel: ¡un placer verte por aquí!, me alegra que hayas dejado huella de tu paso.
ResponderEliminarYoriento: Ahí es nada que te pinten el recibidor, no?. Esperemos que a ella le gustara el color.
;-)
El recibidor es la cara del alma :-)
ResponderEliminarAl leer alguna de las poesías que tienes por aquí, me he acordado de un amigo poeta, Raúl Vacas, que tiene un don especial para conectar las palabras. No sé si lo conoces.
ResponderEliminarUn saludo
Muy buena!
ResponderEliminarHola David, gracias por la pista, no conocía a Raúl Vacas pero el sr google sí. Tengo algunos amigos profes de plástica a los que pasaré tu dirección, seguro que encuentran buenas ideas.
ResponderEliminarMembris: Gracias también por la visita. Curioso y hetereogéneo tu blog: fotografia, bicicletas, software libre y algo de opinión. (Por cierto, lo que has fotografiado bajo el asfalto NO son dientes de león, ahora no recuerdo el nombre y puede que sea de la familia, pero te aseguro que no es taraxacum officinale ;-)
Depende de qué grietas... qué escozor!!
ResponderEliminarHay que tener cuidado con lo que se pide. Y a quién se le pide.
ResponderEliminarUn beso:
JLP
Vaya arati, así que también aficcionada a la botánica. Igual tengo que pasarme más por tu blog ;)
ResponderEliminarCumClavis: las grietas, grietas son y siempre escuecen, se cuela el aire...
ResponderEliminarJLP: por pedir que no quede, dicen.
Membris: Tanto como aficionada a la botánica no, de pueblo más bien.
El diente de león que justo ahora empieza a brotar entre la tierra arada en invierno se come en ensalada, algo exquisito con cierto parecido a la rúcula. En el Pallars (google sabe donde está) lo llaman xicoies, y además de sabroso tiene un montón de hierro. Dentro de nada pintará los prados de montaña con sus flores amarillas y poco después ya se podrán soplar sus esféricos y feéricos esparcidores de semillas mientras pides un deseo.
Lo dicho, una infancia de pueblo.
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Hay que ver, un post tan cortito y que juego ha dado