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| Foto: CC Anna Fuster, Tartanna a Flickr |
En estos días las acacias de flores amarillas reparten sus dones por toda la ciudad.
Alfombran plazas y calles de azafrán, ese amarillo-anaranjado delicioso e insospechado, una iluminación que nos asalta al doblar cualquier esquina.
Van y vienen, se acumulan a su antojo, transforman lugares anodinos en altar de adoración y de cualquier rincón hacen un vaso votivo.
Como la vida, las acacias nos dan sus flores de regalo, todas de golpe, porque sí y sin medida.
Como a los mejores regalos de la vida y del amor ningún viento debería esparcirlas, ningún barrendero llevarlas al orden.
Preciosas imágenes, magnífico que las subrayes :)
ResponderEliminarMientras paseaba iba pensando en estas cosas; fui tomando fotos de aquí y de allá. Luego al legar a casa y ponerme a escribir el post me di cuenta de que me faltaba una perspectiva general, pero la encontré en flickr... ¡son tan espectaculares!
Eliminar:-)
Increíble la naturaleza que nunca nos decepciona. Beso a los dos.
ResponderEliminarLa naturaleza siempre está montando unos tinglados espectaculares, cada día y por todos lados... una pena que a menudo se nos olvide prestarles atención.
EliminarMe alegra verte por aquí!
(hermosas)
ResponderEliminaracá ya se cayeron hasta las hojas de los árboles, quedaron desnudas las ramas en un tono marrón-grisáceo. Paisaje triste e invernal 100%, por suerte todo es cíclico.
besos
Gracias Emma. Ya ves, por acá nos tiene que rescatar Europa, nuestro presidente se va en jet a ver el fútbol y yo hablo de flores amarillas...
EliminarEL otoño también es hermoso, y el invierno con sus nieblas y su aire tan claro. Me parece maravilloso el paso de las estaciones, no sé si podría acostumbrarme a vivir en una permanente primavera tropical.
O sí?
Un abrazo.
Bonitas fotografías y, sobre todo, bonita mirada.
ResponderEliminarLa primavera en todo su esplendor se extiende por Barcelon......aaaaaaaaaaachís! ... perdón, Barcelona ;-)
Besos.
Pero son tan agradables estos días que se les perdona incluso esto.
Eliminar(aaaachís, yo también)
En los parajes donde me muevo, todo está teñido de verde. Un verde al que la variación de la luz extrae todas sus tonalidades...
ResponderEliminarMejor nos iría a todos, si prestáramos más atención a los tinglados que nos regala la naturaleza, en vez de a los tinglados que montan otros para robarnos.
Feliz día!!
Ay esos parajes tuyos, Paulino, ¡que lujo!.
EliminarLa sombra de la escoba me hace imaginar una parada para respirar y contemplar...
ResponderEliminarJejeje, ni te imaginas la cara que me puso el barrendero cuando le pedí que me "posara" la escoba.
EliminarLe dije que era para un trabajo del cole de mis hijos...
Dice Jorge Carvajal:
ResponderEliminarSomos flores, nuestro cometido es aromar la tierra ....
Siempre me gustó esa frase y esa idea, me la ha recordado tu entrada, que es preciosa.
Tu asociación de ideas sí que es preciosa... gracias!
EliminarPues me agrada decirte que por las mañanas mi casa está sembraíta de estas floracas porque mi señora perra y yo misma las entramos en nuestras patitas del paseo nocturno.
ResponderEliminarVendrás ahora a verme? =)
Me encantaría venir a veros, chicas, con flores en las patitas o sin ellas... ya sabes que el problema no es de querencia ;-)
EliminarEn la plaza de Sant Felip Neri esa lluvia es completamente fascinante.
ResponderEliminarSaludos.
Lo sé, lo sé. Mis dos hijos han estudiado en el colegio de Sant Felip Neri y he ido dos veces cada día durante...buf, mucho tiempo.
Eliminar¡esa plaza ha sido mi plaza durante muchos años!.
Es un lugar muy muy muy especial, sí, con flores, sin flores...
Mira, ya sé que no queda nada poético decirlo, pero la acacia es el árbol más guarro de la creación, y de largo. Sé de lo que hablo: vivo en la calle de Acàcies y cada año, más o menos por estas épocas, recorrer mi calle es como deambular por un sendero de cava semi-seco evaporado (es decir, el pastel de azúcares y demás marranadas pringosas). Y porque el coche lo guardo en el párquing: recuerdo la época en que la hipoteca era dura y el coche dormía en la calle y es que no se podía ni tocar la chapa (y los cristales, para qué te cuento). Ah, no, no, no: las acacias, los ciclistas y Micro$oft es que ni me los mentes...
ResponderEliminarAy, señor Cuchí... la creación es como es. Desordenada. Testaruda en no amoldarse a nuestras necesidades.
ResponderEliminarA mi també m'agraden aquestes catifes de flors. Si que és veritat que les acàcies embruten. El que pringa, però, no són les flors. Sovint aquests arbres son atacats per pugons que desprenen una mena de mel, i això fa que no sigui recomanable aparcar el cotxe a sota d'un d'aquests arbres. Si més no, al principi de l'estiu.
ResponderEliminarAquestes flors, però, són de Tipuana tipu ;). No passa res, són arbres que s'assemblen.
http://llibreprimer.blogspot.com/2009/06/tipuana-tipu.html
Ahir vaig estar escombrant flors d'aquestes d'un jardí comunitari. Però ja estaven seques i no feien tant de goig.
;o)
Petó
És clar, em faltava l'opinió d'un expert!!
ResponderEliminarJo m'ho vaig creure de les rajoletes aquestes que posa l'ajuntament de Barcelona per identificar els arbres, hi diu: Tipuana tiu, Palo Rosa, Acàcia de flors grogues... i ara em dius que no són el mateix arbre?
També m'encanten els "helicòpters" de la Tipuana, amb els meus fills hi hem jugat hores i hores.
Val, val. El que jo no sabia és que popularment també se li diu acacia de flor groga :o) És que jo vaig més pel nom llatí, hehehe.
ResponderEliminarSi que són divertits els "helicòpters" si ;o)
A Barcelona també tenim un munt de "falses acàcies" que en veritat són "Robinia pseudoacacia" Aquestes amb flor blanca
http://llibreprimer.blogspot.com/2009/04/robinia-pseudoacacia.html
Les veritables acàcies són les que anomenem mimoses, entre d'altres.
http://llibreprimer.blogspot.com/2010/02/acacia-dealbata.html
Bé, espero no haver-me passat amb tanta explicació ;o)
B7s
Les teves aportacions de coneixement botànic són molt benvingudes!!! la propera vegada que vulgui parlar d'arbres et cridaré a consulta prèvia, Miquel.
Eliminargràcies!