"Alojamiento temporal y alojamiento permanente" by arati |
Hoy domingo soleado y previo a todos los santos, ha sido el día de la bayeta y el cristasol en los cementerios españoles.
Han estado llenos de gente afanosa que los han dejado oliendo a limpiacristales; ha habido que pedir tanda para usar las escaleras y alcanzar los nichos altos.
"El día del Cristasol" |
A mí me gustan los cementerios. Voy de visita cuando estoy en mi pueblo, porque conozco a la mayor parte de los residentes permanentes y suelo detenerme a tener un momento de recuerdo o incluso de conversación interior con algunos de ellos.
También me gusta visitar cementerios cuando viajo, porque creo que los cementerios, los mercados y las ferreterías cuentan mucho del modo de vivir y de la idiosincrasia de cada lugar.
Y también voy a veces cuando, como hoy, salgo a pasear sin rumbo. Me gustan los cementerios de Barcelona aunque no conozca a nadie: me gusta saludar a los abandonados, esos a los que hace muchos años que ya nadie recuerda.
Foto: arati. Cementiri de poblenou, 28/10/2012 |
Addenda: Manel aporta la banda musical idónea al post:
A mí también me gusta pasear por los cementerios, sobre todo por aquellos pequeñitos, de pueblo y ver los apellidos que se enraízan en el lugar. También me resultan fascinantes las esculturas fríamente angelicales o dolientes que se pueden encontrar en muchos cementerios modernistas o del norte de la península. De hecho tengo mi propia colección de “alojamientos” aquí ;).
ResponderEliminarCuando eran pequeños, solía llevarme a mis hijos a estos paseos por aquello de abrir su imaginación al pensamiento fantástico. Todavía sonríen cuando recuerdan aquellas incursiones [algunas nocturnas! :)]
Gracias Dampyr... me encanta que aparezcas, y aún de día, para comentar este post ;-)
EliminarAlgunos cementerios urbanos ocultan tesoros escultóricos que ya quisieran muchos museos, de arte clásico, moderno o de kitsch contemporaneo ;-))
A mí también me ha gustado siempre ir allí de paseo.
Hoy era un día raro, pero habitualmente son un lugar muy tranquilo y acogedor.
A mi también me gustan los cementerios, el del pueblo de mis padres nos resulta especialmqnte fascinante a toda la familia, así podemos contar la historia de la familia ....
ResponderEliminarGracias Juana.
EliminarSí, los cementerios de pueblo, donde conoces a muchos de los presentes... son otro tema. Les debo uno o varios posts. ¿quieres colaborar?
Me gusta la entrada, Judith y las fotos con la que la acompañas. Me lleva a esta melodía que aunque sea un lamento tiene aquel punto dulce y cálido …
ResponderEliminarMuchas gracias Manel. Me encanta que me ofrezcan música y me encanta tu sugerencia musical, la tengo ahora de fondo mientras respondo comentarios y luego la incorporo al post.
EliminarCementerios, mercados y... ferreterías, curiosa combinación. También paseo por mercados y cementerios y ahora que lo dices me doy cuenta que me detengo en los escaparates de las ferreterías, aunque nunca lo habría dicho. Me gustó la entrada pero ¿sigue existiendo el cristasol?
ResponderEliminarPuedes sustituir Cristasol por Glassex... pero el nombre queda peor en el título, ¿verdad?.
EliminarEl bote de cristasol de toda la vida, además, tenía un encanto especial. Y un olor especial
Lo de las ferreterías es una obsesión personal (otro post pendiente)pero, además, dan información sobre los usos y costumbres de los aborígenes. Siempre hay cacharros muy específicos de cada lugar, fíjate.
Gracias por venir.
Desde hace varios años, en el cementerio de Valencia organizan visitas guiadas los sábados por la mañana. Pasean por toda la parte vieja, descubren las historias que se esconden tras la lápidas, de personajes conocidos, y otros anónimos, historias en muchos casos entrañables, como la de un militar republicano que tras ser enterrado, recibió la visita de su perro, que permaneció velándole durante días, sin comer ni beber, hasta que murió junto a su dueño. La tumba del militar tiene la figura de un perro a sus piés.
ResponderEliminarMe gustó mucho el post, Judith. Un gusto leerte.
Gracias por asarte a leer, Miguel Ángel. Se me ocurre que si me pilla algún sábado por la mañana en Valencia me encantará ver el cementerio.
EliminarEn este cementerio que he retratado hoy, el de Poblenou en Barcelona, también se hacen visitas guiadas.
Recuerdo una visita al Père Lachaise en Paris, hace una infinidad de años cuando yo era muy muy joven y me fui allí sola, en mis primeras "vacaciones pagadas". Un abuelete se enrolló y me hizo una visita guiada improvisada. Al principio éramos solo los dos y se nos fue añadiendo gente... es de los recuerdos mejores que guardo de ese primer viaje.
Me encantan los cementerios. Y visitar allí a mi gente. Eso sí, jamás voy en estas fechas: prefiero citas con más intimidad...
ResponderEliminarGran entrada. Besos
Ernesto
Sí, Ernesto, yo también los prefiero cuando están desiertos.
EliminarHoy me ha pillado casi por sorpresa, sólo cuando ya estaba dentro he comprendido que era lo que ocurría.
Abrazo.
Recomiendo encomiásticamente la visita guiada al cementerio de Montjuïc, un auténtico museo de arte funerario del bueno (en no despreciando a naide, que dicen los gallegos). La pena es que no dejan hacer fotos, hay que llevar una pequeña cámara disimulada y así no se hace nada, ni a gusto ni bien. Qué manía le ha cogido la gente a las cámaras fotográficas. Un día de estos voy a fundar una banda fototerrorista, porque ya me tienen harto...
ResponderEliminarHombre, Javier, si hoy en día con el móvil se puede fotografiar todo!
EliminarLe quitas el ruidito y luego haces como que estás mirando la hora...
Ahoj Arati,
ResponderEliminarMe llamo Ra y me gustan los cementerios y la paz que me transmiten (excepto en días de paripé).
Tendré que empezar con las ferreterias, por lo demás coincido.
Besinos, Ra
Ahoj, Hola Ra. Bienvenida, te comprendemos, siéntete una más del grupo, Ra.
EliminarA las ferreterías les debo un post especial. Todo llegará.
Besinos
Tinc pendent la visita al cementiri del Poblenou. També m'agrada visitar els cementiris i els mercats dels llocs on vaig.
ResponderEliminarLo de les ferreteries... no se m'havia acudit. A mi m'agraden per l'ordre en que han de tenir les coses, sobretot els cargols i tot això. Igual que les merceries... Calaixos i calaixos amb tot de peces classificades amb el seu codi específic! :)
Llegint el teu post m'ha vingut a la memòria una pel·lícula en que s'explica una història d'amor (encara que no és el tema principal) entre un fabricant de làpides i una ferretera. "No mires para abajo". També hi ha una relació especial entre el protagonista i el cementiri.
Una abraçada
Apreciat Fra Miquel: podem quedar quan vulguis i fem la visita plegats. És més, els diumenges fan visites guiades que de ben segur són molts interessants.
EliminarSobre les ferreteries... te les recomano, són un tipus de comerç que més o menys es va mantenint "genuí" i una mica al marge de l'homogeneïtat global.
No he vist ni sentit parlar mai de la peli que esmentes. Miraré de buscar-la , moltes gràcies!
Me has sorprendido.
ResponderEliminarNo suelo pisar los cementerios y tu opinión me ha hecho sentir curiosidad.
¿Poble Nou, Montjuich? Confieso que no he ido.
Yo recuerdo los lugares que visito por las gentes que encuentro. Asi cada ciudad está asociada a quienes compartieron conmigo algo de su tiempo.
Bienvenido, Jorge.
EliminarSi vives en Barcelona, el cementerio de Montjuic es un paseo muy recomendable. Está en un lugar privilegiado, es enorme, puedes pasear durante horas y posee unos ejemplares de escultura fúnebre a-lu-ci-nan-tes.