19/2/10

"no hay que dejarse emparedar por el entorno": Claude Cahun


Lucy Schwob (Nantes, 1894-Jersey, 1954) eligió renombrarse como Claude Cahun.
Extraña, inquieta, iconoclasta, inencajable... una de esas mujeres que hicieron lo que querían a pesar de tantos condicionantes en contra.
Poeta, escritora, comediante, activista revolucionaria, nos dejó una serie de autorretratos nada condescendientes e imposibles de olvidar.



"La excepción confirma la regla, y asimismo la invalida. Tengo la manía de la excepción. La veo más grande de lo normal. Sólo la veo a ella. La regla no me interesa más que en función de sus desechos que convierto en alimento. Así me desclaso adrede. Peor para mí."
Claude Cahun




"Próxima al círculo surrealista, amiga de Bataille, de Michaux, su obra, como la de éstos, resulta más bien oblicua al surrealismo, interesada en especial por el propio cuerpo y por las zonas de penumbra que en su representación le permiten generar mutaciones, transformaciones.
Si toda fotografía, al menos la fotografía clásica, afirma: "esto que ves ha existido, doy fe, así era" —haciéndonos entrar en la ilusión de la mimesis—, y el autorretrato propone: "mírame, soy yo" —señalando una identidad fuerte—, el trabajo de Cahun quiebra estos postulados inquietando al espectador al realizar, a la vez que una crítica de la mirada —crítica del conocimiento—, una crítica de la propia identidad sexual y de la identidad misma.
De frente, de perfil, con la cabeza rapada, depiladas pestañas y cejas, poniendo de relieve su ganchuda silueta de pájaro, con el pelo a cepillo y teñido de rosa, de verde, de oro metalizado, con camiseta de tirantes o masculina americana negra, con el rostro tiznado, con alas de ángel y gesto de demonio, con pose y atuendo de golfillo, ora hombre, ora mujer, Cahun efectúa en los autorretratos un ejercicio de visualización de su cuerpo que da cabida al análisis de los prejuicios de toda representación y, a la vez, le permite expresar la opacidad y la dulzura de una sensibilidad quebradiza y precaria.
No hay un único interior, un alma: hay imágenes, momentos, hay teatralidad y dolor, hay juego."
Olvido García Valdés, en un artículo titulado Corazón doble
con motivo de una exposición de Claude en el IVAM



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3 comentarios:

  1. Impactant! S'intueix un cert narcicisme en la senyora... però també molta valentia,

    Bona troballa. Gràcies per l'apunt.

    Mònica

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  2. bueno, así que andas por aquí...
    te haré un link en el blog poético, ya que allí nos conocimos.
    EXtraño personaje del que no sabía casi nada. Ahora sé más, gracias.

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  3. @Mònica els artistes han de ser una mica -o un molt- narcissistes, va en la definició. Fa falta un egocentrisme potent per treballar i dur endavant "una obra", és una feina ingrata i molt solitària, si no es té suficient motivació interior per voler lliurar "la obra al món", aviat es desisteix. Ho sé per experiència ;-)

    @Dante Un placer el encuentro en real de una larga simpatía virtual, nos leemos.

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