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El mes de agosto. Hace años que elijo trabajar en agosto, aunque en la oficina el ritmo decae y sin ese estímulo de más, las mañanas se hacen muy largas.
(Pero es una oportunidad de reforzar lazos con los pocos compañeros que se quedan).
Los amigos no están en la ciudad, no hay planes ni obligaciones, no hay actividades cotidianas y las rutinas quedan en suspenso. Es raro agosto.
Me quedo en casa y es momento de estar a solas en mi propia compañía.
Agosto es para mí, desde hace años, un mes terapéutico en el que me otorgo la libertad de ver qué hay, me dejo ser, me permito averiguar qué queda de mí cuando estoy en soledad, quien soy yo cuando nadie me ve.
A veces es una prueba.
No digo que sea fácil.
He dicho que es terapéutico.
Hubo años en los que me dediqué principalmente a aprender a no hacer nada, resultó complicado al principio, iba en contra de mi educación y del acervo familiar, pero lo conseguí y ahora se me da muy bien.
En otras ocasiones he leído sin parar, o he salido mucho, o he descubierto las delicias de spotify y he podido recopilar la música que me gusta, o he practicado más deporte... este año me ha dado por pintar y ordenar la casa. Un agosto de reformas.
La soledad puede ser un lugar grato que nos recibe con amabilidad o un descampado lleno de escombros, ser un paraje silencioso o estar llena de gritos.
Depende de como la amueble cada uno.
*No he conseguido averiguar la autoría de la imagen que ilustra el post. Me impactó cuando la vi porque la identifiqué con un lugar que aparecía frecuentemente en mis sueños, o sería más correcto decir en mis pesadillas. Es un lugar en el que jamás he estado, pero que conozco muy bien.
Ahora hace mucho que no sueño con ese edificio medio construído y abandonado... creo que eso es bueno.
No sé si sería lo mismo de tener que lidiar con la soledad perpetua, pero combinar andantes y silencios cada día me gusta más. Le voy tomando gusto a esos momentos que son "sólo míos" y donde no debes interactuar con nadie más. Y es que caben tantas cosas en un vacío! Bonito post matutino: me desayuné con él. ;-)
ResponderEliminar¡Me encanta este post Judith! Creo, además, que ya sabes lo que pienso sobre eso, estar a solas es necesario, para no olvidar la univocidad biológica, que nos recuerda a su vez que la compañía hay que, primero elegirla bien y después... ¡ganársela!
ResponderEliminarGracias por tu entrada de hoy, tan grata y tan refrescante (pintar es eso ¿no? refrescar el entorno, limpiar las miasmas...).
Un abrazo.
@Anna Te aseguro que no tengo vocación de ermitaña, me encanta estar con mis amigos: es más, los necesito. Y echo de menos a mis hijos cuando no están, por supuesto... pero, a veces también los echo de más.
ResponderEliminarLa clave está en la combinación como dices, hay darle un buen ritmo ;-)
@Francesca Por lo que sé de ti, estoy segura de que tu soledad está amueblada con un gusto exquisito...
Simplemente ¡estupendo!
ResponderEliminarAsí!!! hay que manchar el teclado con la pintura de la limpieza y la renovación.....quizá el amor es un puente entre dos ..o más ...soledades
ResponderEliminarLa soledad es muy grande, inabarcable, pero tomada a pequeños tragos es un inmejorable tónico contra el abuso de una vida en sociedad demasiado acelerada.
ResponderEliminarParar y mirar, desde dentro, escuchar nuestra propia voz, si hemos logrado encontrarla, separarla del ruido, y callar.
Siempre me he tenido por bicho raro al necesitar a menudo momentos así, pero veo que tengo much@s compañer@s de viaje, cada un@ en su camino, recorrido en soledad, pero unid@s al saber que solemos transitar por él.
Hola soy nueva leyendote pero me gusto mucho este post, La soledad es tan necesaria a mi modo de ver como las vitaminas o el hierro en la dieta , un poco , una dosis y te permite ver tu vida sin mas cristal que el propio.
ResponderEliminarConfieso que a pesar de vivir sola , me diste envidia, trabajar en agosto , vivir en agosto en una gran ciudad , eso si es una linda soledad!! sobre todo si tiene una fecha limite no crees?
un abrazo.... prometo volver!
@Juana Simplemente: gracias! ;-) Sé que lo compartes y comprendes. Las soledades "cercanas" acompañan tanto...
ResponderEliminar@Lobo Veo que has encontrado el camino al blog... tu agosto parece que está dedicado a las exploraciones informáticas. Bienvenido.
@Antonio, agosto es como "el momentazo" de mi soledad necesaria, pero también a menudo necesito tomarme esos recesos, esos ratitos que son como una puesta en hora del reloj interior o como el ajustarse el tono con un diapasón. Cuando no los puedo tener acabo dando mal la hora, desafinada. Un placer siempre verte por aquí.
@Marcela Tienes toda la razón, lo de la fecha límite es un aliciente para el disfrute. Lo de la gran ciudad... psé, no sabría que decirte. En estos días la uso poco en las cosas buenas que puede ofrecer y sin emabrgo me toca sufrirla en lo peor: ruídos, etc... Bienvenida, pasa e instálate, ya verás que por aquí hay buena gente.
Pues no está mal esa visión de tomarse los agostos!! siempre que lo que hagas te sirva para seguir tu camino.
ResponderEliminarBesos
@ de B a B: (¿tienes un nombre breve para los amigos?)
ResponderEliminarPrecisamente ese modo de tomarse los agostos es un intento de detenerme y recordar -a veces- o averiguar -otras- o decidir -también- cual es mi camino.
Bienvenida!
Difícil transitar así…mucho habrás hablado ya contigo misma para poder reposar así y descansar, pintar…quererte[?] en estos agostos…
ResponderEliminarGracias por este post Judith
@manel Me ves con buenos ojos...
ResponderEliminarGracias a ti por venir a leer y dejar huella.