Anoche falleció en Barcelona Humberto Rivas, un gran fotógrafo, un hombre bueno.
El post de hoy es una despedida afectuosa y no lo escribo yo sino Mariona, pero lo comparto en su totalidad de fondo y forma.
Ahí queda, como homenaje y recuerdo.
El post de hoy es una despedida afectuosa y no lo escribo yo sino Mariona, pero lo comparto en su totalidad de fondo y forma.
Ahí queda, como homenaje y recuerdo.
Humberto RIVAS
La Alfandeja 1994
Gelatina de plata, 30 x 45 cms
Lecciones de humanidad
Conozco a Humberto Rivas desde hace años, pero en los últimos tuve la suerte de compartir vivencia más a menudo con él y con sus últimos destellos clarividentes donde por arte del tiempo se resume lo más genuino de una personalidad, como si los dos extremos de la cuerda vital -infancia y vejez, nacimiento y muerte- se tocaran y se cerrara el círculo.
Humberto sabía los temas que le interesaban aunque el propio interés se fuera esfumando al ritmo que lo hacían los enlaces neuronales.
Pero su memoria emocional me parecía intacta, si no aumentada.
En los últimos tiempos no reconocía el contexto ni el nombre de una persona que se encontraba, pero sí su relación con ella; lo que lo unía a esa persona era el mismo sentimiento que habían mantenido a lo largo del tiempo y, si el sentimiento era amor, sus ojos lo traicionaban.
Porque Humberto Rivas miraba con mucho amor. Eso su familia lo debe saber bien.Además de su obra, de la que sin duda se hablará estos días, de su personal mirada sobre las apariencias para sonsacarles su probable realidad, nos deja también una carga nada despreciable de semillas intangibles: honestidad, amabilidad, generosidad y, hoy por hoy, mucha tristeza.
Humberto Rivas llegó a este país para ayudarlo en su transformación. Fue maestro de una amplia generación de fotógrafos a quien en los 70 y 80 les dio el agua que requería su sed de cultura, les abrió los ojos a otra forma de entender la creación, poniendo así su granito de arena en la apertura del arte español al mundo.
Gracias, corazón. Descansa en paz.
Mariona FernándezDirectora SCAN
Otros enlaces:
"Con los ojos cerrados nadie finge"
Humberto Rivas: el fotógrafo del silencio
Humberto Rivas retrata el alma del mundo
algunas fotos en el fondo de VEGAP
y el pdf del dossier de prensa de Huellas
@arati @mariona Gracias por compartir esta despedida a Humberto...
ResponderEliminarSiempre nos quedará su obra para recordar que el mundo debe ser mirado desde otras ópticas. Gracias por esta despedida entrañable en forma de post.
ResponderEliminarADIOS MAESTRO DE LA LUZ QUEDA TU HIJO QUE SEGUIRA CON SU ARCHIVO Y MARIA HELGUERA.SALUT PARA TODOS Y BUENA LUZ.UN AMIGO DE HUMBERTO Y ALUMNO DE MENORCA.PERE MOSCOSO CASADO.CIUTADELLA
ResponderEliminarQuerido Humberto. En esta amarilenta tarde de noviembre recibo la noticia de que te has ido. El otoño avanza y el cielo nos regala esta luz tan especial que todavia compartimos. En las alargadas sombras que ahora mismo contemplo, siento el abrazo de tu silencio, puedo ver tu rostro, tu bondad, tu generosidad y tu gran oficio. Has hecho mucho, Humberto, y además, lo has hecho bien. Muchas gracias, maestro. Lluís Casals
ResponderEliminarFeia un bon treball, l'Humberto !
ResponderEliminarHace un tiempo visitaste mi blog mientras buscabas un poema de Miguel Ángel Velasco. Hoy visitando el tuyo descubro, además de otras muchas estupendas entradas, ésta sobre Humberto Rivas a quien tuve la suerte de grabarle un documental para la serie CREADORES que se emitiño en la 2.
ResponderEliminar@Jesús Bienvenido pues, pasa y curiosea, la casa es grande y está llena de rincones.
ResponderEliminarA parte de sus indiscutibles méritos como artista, Humberto fue un hombre bueno y cálido, afectuoso y simpático. Siempre me resulta grato su recuerdo.