guirnaldas
Jesús Aguado
Amaru
Mi amada es tejedora de guirnaldas,
yo transporto viajeros de una orilla a otra orilla.
Los canastos de flores la rodean
como el agua golosa que bandea mi barca:
sus manos son fragantes, las mías tienen callos;
mis ojos son del río, los suyos de la tierra.
Cumplida la jornada nos vemos a escondidas
y yo tejo guirnaldas en sus nalgas y pechos
mientras ella, barquera,
empuja con la pértiga mi cuerpo hacia la aurora:
mis manos son fragantes, las suyas tienen callos,
sus ojos son del río, los míos de la tierra:
ambos somos el otro y este mundo es el cielo.
Imagen via rainfactory y banda sonora de Keith Jarrett: Köln Concert, part 2c
Por un momento se ha hecho la luz en la noche... precioso!
ResponderEliminar"ambos somos el otro y este mundo es el cielo."
ResponderEliminar¡Guauuuu! ¡que bonito!
bien, curioso lo de las guirnaldas
ResponderEliminarSólo el que habita en la alegría es capaz de apreciar la belleza... preciosa lámina y maravillosa poesía. Se te ve contenta ;-)
ResponderEliminar@cumclavis De repente recordé este bello poema de Jesús Aguado, un poeta raro y discontínuo, pero que siempre me atrapa. Ayer necesité releerlo. Me alegra que el compartirlo te trajera una chispa de luz.
ResponderEliminar@Juana eres una romántica empedernida, sin remedio. Que ya te conozco ;-)
@Jesús este poema forma parte de un libro de tema hindú. Si lo ubicas en la ribera del Ganges visualizarás enseguida la barca, las guirnaldas...
@Francesca se me ve contenta, sí. Sí, sí, ohhh, síiii ;-)