La primera carta me ha dejado pensando...es tan gráfica...Cómo los años hace que uno se enraíce y pierda movimiento…es tan poco natural eso de no moverse en un planeta que no para de girar…Ahí tienes al conejo, ágil…nadie ha dicho que sea joven y en cambio parece que represente la juventud. Sí, no hay nada que me guste menos que echar raíces…no sé…debe ser el otoño…
Pues a mi lo que me ha parecido más llamativo y raro es el señor ese en posición horizontal, con lo pelos de punta y esa cosa en la cara .... además la torre está sobre el agua, parece un barco ¿o no? .... todo muy paradójico ....
Francesca: Aunque no nos guste, el miedo también forma parte de la vida, y hay que buscarle su lugar... para, teniéndolo en cuenta pero pese a él, hacer lo que queremos hacer. Porque si no, (tens tota la raó), es un gran devorador de energía vital.
Juana: Tirurirú chim-pún! Unos días son de miedo y otros un circo ;-) A ti tampoco te molestan las raíces, ¿verdad?
Una vez hice un juego en el que te identificabas con una flor, a mi me vino a la cabeza una rosa, concretamente unas que hay en mi hospital, pequeñas, menudas, apenas visibles, luego había que bajar a las raices .... ¡ostras que susto! aquello parecía en Amazonas .... tanta raiz, tanto matorral, tanta cosa .... me gustan las raices que te dan consistencia pero que no te atan ....
Cartas hechiceras...
ResponderEliminarMe ha recordado a un relato de Oscar Wilde: El crimen de lord Arthur Savile
Isabel: La elección de las cartas ha sido puramente visual... sin lecturas augurales asociadas ;-)
ResponderEliminarLa primera carta me ha dejado pensando...es tan gráfica...Cómo los años hace que uno se enraíce y pierda movimiento…es tan poco natural eso de no moverse en un planeta que no para de girar…Ahí tienes al conejo, ágil…nadie ha dicho que sea joven y en cambio parece que represente la juventud. Sí, no hay nada que me guste menos que echar raíces…no sé…debe ser el otoño…
ResponderEliminarEn realidad me refería a la cita de
ResponderEliminarMichel de Montaigne :-)
;-) Isabel ... adivinaciones y expectativas.
ResponderEliminarManel: lo de echar la raíz me suena más a primavera, ¿no? el otoño va de caer las hojas, de volar al viento de aquí para allá... y la niebla.
A mí lo de las raíces no me disgusta, creo que las tengo. Sí, uhm, sí: ahí están.
Yo, como Isabel, también me he detenido en la cita. Me gusta. Lo contrario de la vida no es la muerte, es el miedo ¿no?
ResponderEliminarPues a mi lo que me ha parecido más llamativo y raro es el señor ese en posición horizontal, con lo pelos de punta y esa cosa en la cara .... además la torre está sobre el agua, parece un barco ¿o no? .... todo muy paradójico ....
ResponderEliminarFrancesca: Aunque no nos guste, el miedo también forma parte de la vida, y hay que buscarle su lugar... para, teniéndolo en cuenta pero pese a él, hacer lo que queremos hacer. Porque si no, (tens tota la raó), es un gran devorador de energía vital.
ResponderEliminarJuana: Tirurirú chim-pún! Unos días son de miedo y otros un circo ;-)
A ti tampoco te molestan las raíces, ¿verdad?
Una vez hice un juego en el que te identificabas con una flor, a mi me vino a la cabeza una rosa, concretamente unas que hay en mi hospital, pequeñas, menudas, apenas visibles, luego había que bajar a las raices .... ¡ostras que susto! aquello parecía en Amazonas .... tanta raiz, tanto matorral, tanta cosa .... me gustan las raices que te dan consistencia pero que no te atan ....
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