20/7/09

el sonido de los árboles



Vacaciones en Menorca. Ahora que mis hijos ya son mayores y no se despiertan temprano, ahora que podría dormir hasta las tantas… son los perros de mi amiga los que me despiertan cada día temprano. Son tres, y por la noche los dejamos dentro de casa para que no alboroten al vecindario, pero a la que ya hace un rato que ha amanecido están inquietos y necesitan salir al jardín… Se revuelven y empiezan a gemir, a penas un poco, discretamente, pero lo suficiente para despertarme.


Aprovecho para desayunar sola y disfrutar del frescor de la mañana, del silencio en el que se distingue el romper de las olas, de la transparente luz de esta primera hora.


Todo está en calma y aún adormecido, pero en la casa de al lado ya hay un jardinero haciéndole la manicura a las palmeras, serrándoles todas las hojas muertas. Lo observo encaramado a una palmera muy alta, él es un hombre joven y ha ascendido el primer tramo con una escalera, luego se sostiene con un cinturón, trepa contra ella abrazándola. De oficio: peluquero de palmeras.


Los vecinos tienen un jardín civilizado, con su gravilla, su piscina, su césped y sus palmeras recortadas. El de Mariona es un jardín espontáneo, desde siempre lo han dejado crecer a su aire, intrincado, con sus mimosas retorcidas, su buganvilla, el pino y su única palmera salvaje, al natural. Un descanso de sombra y frescor en las horas inclementes del mediodía.


Hace un par de días hizo mucho viento, y nuestra palmera fue una sinfonía.


¿Os habéis fijado alguna vez en que cada árbol tiene su música? Son como arpas al viento. Hay árboles silenciosos y árboles cantarines, árboles charlatanes y otros de pocas pero contundentes palabras. Me gusta escucharlos.

Entre los más rumorosos al menor soplo están mis preferidos, los chopos, que emiten un sonido ligero y algo ácido. También son muy musicales los sauces llorones que con el viento susurran y encadenan largas frases fricativas y armoniosas, envolventes. Y los álamos.


Las palmeras necesitan un viento un poco fuerte, pero entonces rumorean a gusto, aunque su canto es un poco inquietante, porque es crujiente y tiene algo de amenazador…


La vida urbana está continuamente expuesta a tanto ruido que, por pura necesidad, nos abstraemos y acostumbramos, nos volvemos sordos al rumor de fondo. Si estáis de vacaciones, aprovechad para sentaros debajo de un árbol, abrir de nuevo los oídos y escuchar su canto. Es gratis y es hermoso. Curativo.

2/7/09

¿Cada uno de vosotras, qué puede llegar a ser?

la imagen, evidentemente, es de Forges


Me llegó un meme, y como es el primero casi que me hace ilusión. Como, además, no tengo yo la inspiración por aquí cerca con tanto calor, pues lo recojo.
La pregunta, hablando de la blogósfera y alrededores, era: ¿Cada uno de vosotras, qué puede llegar a ser?

Alorza, el iniciador del lío, (y un hacha en lo del lenguaje de género políticamente correcto) admitía con regocijo que le gusta ser un hub:
"una persona que escuha a la red y que pone a personas, ideas y proyectos en relación, mediante el procedimiento de tender enlaces y reenviar la información recibida"

le pasaba la pelota y el pelotilleo a Sueños de la razón, que acababa por confesar:
"soy un terrible enfant sismógrafo liante maestro prescriptor de la moraleja hibridante"
y le rebotaba la carambola a Lletra de Pal. Anna nos daba una lección de física mientras concluía que aún no sabe muy bien qué espera de la red ni qué quiere ser de mayor. Y ahí me lo pasó.

En este barrio de la blogósfera y de las relaciones internáuticas ¿qué quiero llegar a ser?... menuda pregunta.

Este barrio que frecuento últimamente, y en el que aterricé de pura casualidad, es un barrio agradable. El "barrio consultoría" lo llamo yo.

Cuando llegué me recibieron amablemente, me acogieron en twitter, me instruyeron en lo básico e incluso me dijeron: pasa, pasa, esto viene a ser como tomar un café en la máquina de la oficina, charlas un poco con los colegas, compartes impresiones...

En mi caso lo que ocurre es que es como si me bajara a tomar el café con los de la planta de consultoría y nuevas tecnologías cuando la mía es la de decoración y menaje del hogar...

De modo que por ahí ando, escuchando a los consultores mientras se toman sus cafelitos. Aprendo mucho (lo de la organización y la mejora de procesos me ha gustado siempre) y me tienen al día de novedades técnicas, eventos y versiones beta, de vez en cuando me hacen reír e incluso se vienen a mi blog de visita, toman galletas, charlamos un rato. Les voy cogiendo afecto, aunque son unos currantes de la hostia y además organizados y productivos. A veces me da un nosequé.

Pues... no sé, como Anna yo tampoco sé muy bien que hago por aquí, pero supongo que en la vida virtual soy más o menos como en la vida real: sociable pero poco gregaria, un tanto dispersa, curiosa, me gusta aprender y echar una mano si puedo. A eso vengo, me parece.

En concreto, en el barrio, creo que soy algo así como la floristería de las afueras. Una nota de color en la periferia. Tal vez mi mejor aportación pudiera llegar a ser esa: la de conectar con otros barrios.


Y ahora se supone que debo rebotar el meme, y l@s nominad@s sooooon: Jordi Graells, Francesca Cañas, Provisionals y Exquisiteces del ocio, (que aún no sabe que apareció en una tuitada gracias a su genial provervio sobre las palmeras).

Como decía Anna: mientras, si sois impacientes, visitar sus blogs os ayudará a sacar vuestras propias conclusiones.
Creative Commons License Los contenidos de este blog están bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-No comercial 3.0.