Pieza de Canto Vendôme - BM - ms. 0125 del Catálogo de Iluminaciones FrancésNo soy muy entusiasta de las entrañables, me gusta mi familia, pero toda a la vez y agolpada... como que me sobrepasa.
Re-publico un texto de Canetti que se me aparece cada año, me aúlla sobre el hombro, como el espíritu de las navidades pasadas:
"Creo que la familia es algo así como un pecado mortal. No hay nada más bonito que una madre, un padre, un hermano, una hermana, pero cada uno por separado, todos juntos en un solo sitio son mortíferos, se asfixian mutuamente y le quitan el aire a uno. En cada ciudad del mundo, pero muy alejados uno del otro, debería haber una de esas monstruosidades, un hermano, un hijo, incluso una tía, pero nunca y en ningún lugar juntos. Habría que buscarlos en sus respectivas ciudades, con grandes dificultades, y las reuniones de todo el clan deberían castigarse con la cárcel, como las conspiraciones."
Elias Canetti , de una carta a su hermano Georges, 28 de junio de 1948; traducción de Juan José del Solar.
- glugluglugluuu, dijo el pavo.
Que les sea leve.
C***! llevo años intentando explicarlo con delicadeza, para que nadie se me enfade, y resulta que Canetti ya se lo había dejado meridianamente claro a su hermano en 1948... cuando dicen que todo está inventado!
ResponderEliminarYo, como ya sé que estas cosas me dan alergia, los "aparcelo", cuatro hoy, 5 mañana, algunos año sí año no... y a veces va y funciona, y nos lo pasamos bien un rato juntos. Espero que esta sea una de esas noches!
Feliz Navidad, un abrazote de esos gordos, de Papa Noël!
Muy bueno... reconfortante...
ResponderEliminarDoncs si, les dates en les que hi ha més denúncies per maltractaments i violència de gènere són precisament les de nadal....Dies dedicats a l'amor i l'armonia, jo jo !
ResponderEliminarLa combinació de vàries persones, sentiments, rancúnies familiars, i alcohol, és letal. I després passa el que passa, que a qui finalment "acuchillan" no és al "pavo" sinó a la sogra...
Jo he sobreviscut al dinar de nadal d'aquest any. Queda Sant Esteve....
El mar, el mar
ResponderEliminarEl tiempo, como el mar, desata todos los nudos. Los juicios sobre las personas no són jamás decisivos; surgen de resúmenes que inmediatamentete hacen pensar en la necesidad de una reconsideración. Los arreglos humanos no son otra cosa que cabos sueltos y cálculos nebulosos, independientemente de cualquier cosa que para consolarnos pueda fingir el arte.
Iris Murdoch
XD
ResponderEliminarBoníssim, nena! Taaaaaaaan encertat!
Muás!
Sin palabras... Un post estomacal para los empachos de las fiestas. Que usted las disfrute con moderación. ;-)
ResponderEliminarCuánta razón.....!!!
ResponderEliminarNosotros tendemos a no juntarnos, porque ¡cuanta razón tienes!
ResponderEliminarGracias por pasaros a comentar. Yo creo que... no tengo nada que añadir, Canetti lo dijo tan bien y tan clarito...
ResponderEliminarDisfrutad de las fiestas como mejor os parezca. Besos navideño-amorosos de uno en uno.
Que hi farem...
ResponderEliminarFeliç asfíxia i pròspera resurrecció!
Mme recuerda un poco la tienda de mi abuelo en Langreo. Era una ferretería, básicamente, pero también un poco bazar: artículos de regalo, utillería de cocina, etcétera. Por navidades, también juguetería, que no hay que dar puntada sin hilo. Se lo debió contagiar el yerno, catalán, como es notorio (para quienes me conocen, claro). Yo llegaba en verano y veía en el almacén los «restos de serie», lo que no se había vendido (pendiente de devolverse al distribuidor, me decían mi tío y mi abuelo, para engañarme), lo que se había cambiado o devuelto por averiado... Y siempre caía algo, claro. Recuerdo una metralleta tipo 'Thompson' como las de los gángsters de Chicago, que con dos o tres bombeos a una palanca tiraba balas de plástico como una descosida. Luego, claro, toda una tarde recargando el depósito.
ResponderEliminarMe duró hasta casi los trece años, un día en que me miró una chica y... ¡Bueh! Las chicas deberían estar prohibidas antes de los quince.
¡A mí la Legión!
Vaya, este comentario se me ha colado en esta entrada, cuando debería ir a la siguiente. Estas fiestas no son salud, no...
ResponderEliminarQuerido Xavier: la tienda de tu abuelo se debía parecer mucho a la tienda de los míos. La "zona de la ferretería" era mi rincón de juegos preferido, con todos esos cajoncitos llenos de cosas misteriosas: tornillos, cerraduras, alcayatas, bisagras, casquillos de bombillas, alicates, berbiquíes... y ese olor tan peculiar del hierro y el óxido mezclado con el del plástico de las mangueras...
ResponderEliminarSabes? cuando viajo siempre procuro entrar en una ferretería. Las ferreterías, como los cementerios, dicen mucho sobre el modo particular de entender la vida de las gentes de cualquier país.
Precioso comentario que te agradezco de corazón.
Si fueras un amante del orden estricto te lo borraría de aquí para que lo volvieras a colocar en su lugar, pero creo que ya te va un poco de anarquía...